lunes, 18 de febrero de 2019

¡Buenos días! Aquí os dejo una guía que he encontrado sobre como aprender a escribir, bastante visual y con muy buenos consejos. Esperemos que os sirva como ayuda mientras preparo mis próximos posts. ¡Un saludo y largas líneas!


jueves, 7 de febrero de 2019

Los mejores consejos para empezar a escribir ficción

Desde bien pequeño mis padres me enseñaron a amar la lectura. Al principio costó un poco, pero desde luego, acabé siendo lo que en inglés se conoce como un bookworm, como se conoce a los devoradores de libros.


Pero pronto no me valió solo con lo que leía, necesitaba más, necesitaba crear yo también. Mucha información absorbida + mucha imaginación = creador nato. Atentos, no digo bueno ni malo, simplemente creador. Ahora, ya es talento y trabajo de cada uno ser de calidad.

Mis inicios en la escritura

Mis primeros relatos eran pequeños cuentos, la mayoría girando alrededor de la fantasía medieval. Recuerdo vagamente uno, titulado El diamante del Dragón. La historia trataba sobre un protagonista que se enfrentaba a unos seres humanoides rosas, los imp, para acabar llegando hasta un enorme diamante verde... o rojo, quién sabe, custodiado por un dragón. La verdad es que no era muy buena historia, pero ya tenía claro a que lo que ami me iba era contar historias.

El verdadero boom llegó a los 12 años. A esa edad conseguí mi primer ordenador. Sin internet. Sin videojuegos. Solo un Windows 98 con lo básico. A eso se sumó que justo leí la pentalogía de Camelot y el Libro de Merlín, de T.H. White.

Mi afición y obsesión por la leyenda artúrica no hizo más que acrecentar mis ganas de hacer algo similar, de plasmar lo que yo tenía en la cabeza, todo ese mundo de caballeresca, dragones, doncellas y guerreros. Con mucho tiempo y un ordenador con word, todo fluyó solo. Con 12 años comencé a escribir por priemera vez, una novela nada menos: Las Ruinas de Ávalon.

martes, 5 de febrero de 2019

Cómo describir un espacio

En la escritura es igual de importante describir el entorno que el personaje o la acción. No podemos pretender que el lector se sienta introducido en la escena si no conoce el espacio. Veamos estas tres descripciones:


1. "El mayordomo cruzó apresurado el corredor principal, bandeja en mano, camino de las cocinas"

2. "Ainara se encaminó hacia el gran comedor, a través del suntuoso corredor principal, flanqueado por los retratos del anfitrión. Estos, combinados con la larguísima alfombra roja, anunciaban la pomposidad del marqués"


3. "El servicio abrió la puerta y Sara entró tímidamente en la mansión. La visión del gran corredor le sobrecogió. No sabía bien qué era... los retratos de mirada inquisitoria, la exagerada longitud del pasillo que podría albergar tres veces su casa, el rancio olor de la madera vieja, la oscuridad de la bóveda superior... incluso el eco de sus pasos al pisar el empedrado que precedía a la roja alfombra que cubría el suelo le resultaba inquietante"
Así debe de ver Sara el corredor

Tenemos tres escenas, y las tres se refieren a una misma estancia. No por ello hay una mejor que la otra, si no que depende de lo que quieras transmitir y la importancia del mismo espacio. Como habéis podido comprobar, una descripción de un entorno es un buen momento para ver como se siente un personaje, para desarrollar su personalidad o incluso para sacar conclusiones que quieras hacer llegar al lector.


jueves, 24 de enero de 2019

Consejos para crear un personaje - 1. El personaje reflejo del autor

¡Muy buenas, amigos escritores! En el post de hoy voy a hablaros sobre la creación de personajes. En este caso, al ser un tema tan extenso, voy a dividirlo en varios puntos, a fin de tampoco agobiaros, aunque si estáis aquí se presupone que seáis ávidos lectores.

Comenzaremos como el personaje más sencillo, el personaje reflejo, ese que es tal cual el autor. Sus aspiraciones, comportamiento, sexo, edad, situación... son similares. Por lo tanto, ya tenemos las características básicas.

Ahora lo que nos toca es situar a ese personaje en un contexto. En este sentido insisto, sigue siendo el más sencillo de escribir, pero eso no debe de hacernos perder el hilo con el contexto. Lo fácil es pensar "cómo reaccionaría yo en tal situación". Y una vez hecho este fácil ejercicio, llevarlo a las palabras.

Crear al personaje según la situación

Pero aquí viene la trampa de este personaje. No solamente tendríamos que tener en cuenta como reaccionaríamos en tal situación, sino cómo tendría sentido que reaccionasemos en tal situación. Toca valorar el contexto, histórico, geográfico o fantástico si corresponde. Porque no es lo mismo un chaval de 16 años en la Galicia del siglo XXI, que en el Jerusalén de las Cruzadas o en la Comarca.

Las características y situación personal pueden ser las mismas, pero no se puede usar el mismo lenguaje, ni la misma manera de actuar. Nuestro ser nos vale como guía, pero más allá, esta guía ha de ser modelada a menester de la situación. Como siempre, si nos salimos del contexto habitual de nuestra vida, un poco de investigación no viene mal. O si el mundo es ficticio, de creación del mundo. Pero eso será otro post...